20.12.06

Sueños con lupa

Si uno los mira de cerca,
con lupa y fondo blanco,
comprobará que los sueños,
en realidad,
están hechos de plumas:
no sirven para la gravedad,
son antónimos del suelo.
Si se me mira a mí,
lo que se ve
es que estoy hecho de sueños.

14.12.06

Buenas noches, Radio Universidad

Me permito incluir en este espacio un artículo difundido por el amigo Víctor Ferrigno, respecto a la salida del aire del programa Buenos Días de Radio Universidad, uno de los medios alternativos más importantes e independientes que tenía Guatemala.

La semana política. 12 de Diciembre de 2006.

Periodismo, academia y mediocridad
Víctor Ferrigno F.

El próximo viernes, con el cierre del programa Buenos Días, culmina un hito del periodismo alternativo que, en alianza con la Universidad de San Carlos, nos llevó información, investigación y análisis de primer nivel. También finalizará la emisión del informativo del medio día y los programas Cajip’E -Cuatro Caminos- y Planeta Cómplice.

El brillante equipo de periodistas encabezado por Marielos Monzón, Gabriel Mazzarovich, Ricardo Changala, Ricardo Marroquín, Pedro Ferrigno, Andrea Taracena y un grupo de avezados reporteros como el Grillo Martínez y Carlos Benguey, se retira de Radio Universidad, después de darse de bruces con la incomprensión y la profunda, la insondable, mediocridad de los burócratas que dirigen el medio de comunicación de los san carlistas, en detrimento de la prensa independiente y de nuestra más alta casa de estudios.

Los poderes fácticos amenazaron en reiteradas oportunidades a varios de estos periodistas para que cesara su labor informativa y no los pudieron amedrentar. Sin embargo, ese cáncer silencioso llamado abulia, desgano, apatía, desidia, negligencia o crasa mediocridad burocrática, se convirtió en un insalvable valladar para la función informativa de estos valiosos comunicadores.

Sin embargo, se van con la frente en alto y con la profunda satisfacción de la labor cumplida, en el marco de las más adversas condiciones materiales y administrativas. Además, sentaron cátedra en materia de información, reportaje y producción cultural, demostrando con programas como Planeta Cómplice, que los guatemaltecos somos mejores en el arte que en el deporte, pues si bien somos pésimos produciendo futbolistas, hemos sido capaces de acunar dos Premios Nóbel, un Premio Príncipe de Asturias, tres ganadores del Premio Casa de las Américas, amén de científicos, intelectuales y artistas de talla mundial, como el Dr. Rodolfo Robles o los maestros Luis Cardoza y Aragón y Efraín Recinos.

Igualmente, lograron aglutinar a más de medio centenar de columnistas que, semana a semana, expresamos nuestra opinión política en un marco de tolerancia y respeto, algo nunca visto en otro medio de comunicación. Connotados cuadros de la derecha militante encontraron en el programa Buenos Días, un espacio editorial para expresar sus puntos de vista, incluyendo a dueños de medios de comunicación que nos son vedados a los periodistas democráticos.

Este es el tercer malogrado proyecto radiofónico en el que colaboro con Marielos Monzón, empeñados en hacer periodismo independiente. A mucha honra, Luis Rabbé, del FRG, nos cerró las puertas de Radio Sonora, y el mayor Archila Marroquin hizo lo propio en Emisoras Unidas. Tales muestras de censura no sorprenden, por venir de empresarios políticamente intolerantes; lo que sí indigna y subleva es que en la Carolina, en la Tricentenaria Universidad de San Carlos, puedan más los enanos intelectuales y los eunucos políticos, que los periodistas democráticos.

La Ley Orgánica de la San Carlos, establece que uno de sus principales objetivos es divulgar el saber científico y técnico, de allí su máxima de id y enseñad a todos. Para ello se constituyó el periódico, la editorial, la revista, la televisión y la radio universitarias.

En su momento, cada uno de estos medios de comunicación dio valiosos aportes para la divulgación de la ciencia y el arte, particularmente cuando Roberto Díaz fungió como Director de Extensión Universitaria. Sin embargo, con la represión de los años ochenta, la inteligencia dejó un vacío insalvable, que se quiso llenar con la mediocridad de burócratas de tercera, que aún siguen enquistados en puestos administrativos, para vergüenza de los universitarios que aquilatamos la función social de la educación superior, pública, laica y autónoma.

Si bien toda la Universidad de San Carlos ha sufrido con el fenómeno descrito, los medios de comunicación universitarios han pagado algunos de los costos más altos, por una sencilla razón: no se puede comunicar la ausencia de ideas, ni divulgar la orfandad intelectual; por ello, se les ocurren absurdas ideas, como la del actual Director de Radio Universidad que, carente de neuronas, propone que el programa Buenos Días se clausure, para transmitir marimba, pues según sus sesudas investigaciones, a los universitarios no nos interesan las noticias ni los análisis, sino que ansiamos escuchar cómo le suenan los tecomates vacíos.

En ese precario marco institucional, el equipo de Buenos Días logró producir una programación de calidad, que ha alcanzado uno de los ratings más altos de la radiodifusión guatemalteca, contando con el decidido respaldo del movimiento social, además de capacitar a los productores y conductores de los demás programas de la radio, para elevar la calidad global del medio.

Dirigentes cívicos, ministros, presidentes de los organismos del Estado, magistrados, diputados y hasta el Vicepresidente de la República son entrevistados frecuentemente en el programa en vías de clausura, reconociéndole un peso periodístico y político que la burocracia universitaria le regatea.

Quienes defendemos la autonomía universitaria y sus fines, sabemos que en materia académica debemos abogar por la excelencia, en materia política debemos pugnar por la democratización interna y en la cruzada contra la corrupción debemos luchar contra la burocracia improductiva.

Nosotros, los verdaderos sancarlistas, nos comprometemos a librar una campaña de dignificación universitaria para que nuestra Alma Mater recobre su función social, y para que Radio Universidad sea nuevamente la voz de la inteligencia, y así volver a cobijar a colegas periodistas de gran valía, como los que ahora de despiden de la radio audiencia, con quienes habremos de seguir bregando por develar la verdad, bajo la convicción de que ésta nos hará libres.

12.12.06

Amor verdad, amor resistencia

Tengo adentro una guerrilla
refugiada en la sierra de los sueños.
Acampa clandestina entre tus pechos
arrebatándote latidos
y se desplaza de noche,
por la explanada de tu vientre.

Tengo adentro una guerrilla
que reivindica a mis sentidos.
Reclama como suya la causa de tu boca,
esa que encaja sólo aquí,
y que alimenta con su miel
el hambre de mis labios.

Mi guerrilla ha sufrido atrocidades,
masacres, exilios. Torturas.
Pero no perdió la guerra nunca.
No aún.

Mi adversario no es tanto el general de la milicia
sino el campo de batalla de tus miedos
cercado con alambre de certezas.
Ahí están enterradas las bombas
que disparan veneno de indecisión con sus esquirlas.

Pero esas bombas no me hieren a mi, sino a ti.
Porque yo, yo combato desde adentro
con el fusil de las caricias en mis manos,
con el arsenal de los recuerdos construidos.
Mi guerrilla distribuye volantes clandestinos
conteniendo la verdad de lo que sucede
cuando estamos juntos.
Esa verdad existe; esa verdad vive.

Por eso mi orden ha sido
que mis tropas hagan del amor la resistencia.
He mandado desbloquear el cauce de los ríos
con la esperanza de que se limpie tu campo,
y te sea más fácil enfrentar la realidad.

Caminaré por otros senderos,
pero seguiré acampando entre tus pechos.
Robaré de vez en cuando tus latidos,
y explotaré misiles que impidan borrar
de tu vida mi recuerdo.

Tengo adentro una guerrilla
alimentada con raciones de paciencia
y de un amor que llaman verdadero.
Busca vencerte, hacer que te rindas
no para arrodillarte
ni someterte,
sino para que te atrevas
y camines junto a mí.

6.12.06

Maldita indecisión

Una noche la indecisión se encontró con la valentía en la orilla de un pequeño río. La indecisión lloraba amargamente.

-¿Qué te pasa?- preguntó la valentía.
-Lloro porque me da miedo cruzar el río- contestó la indecisión.
-Pero si apenas hay agua...- dijo la valentía y con dos graciosos saltos se plantó en la otra orilla.

Triunfante, quiso volverse para animar a cruzar a su amiga. Sin embargo no la encontró sorprendida ni esperanzada. La indecisión seguía llorando.

-¿Qué te ocurre?- gritó la valentía desde el otro lado.
-Ahora sabes que puedes pasar... ¿Por qué lloras?-
-Lloro por todo el tiempo que he perdido llorando-.

La valentía no alcanzó a escucharla, y continuó su camino.




Hay oportunidades que solo se tienen una vez en la vida. Un viaje, un paso, una mirada, un momento, una persona... son esos intensos instantes en los que o lo tomás o lo dejás. No hay vuelta atrás. No hay lugar a la reflexión. Sólo impulsos, corazonadas, presentimientos.

En mi caso no caben los lamentos. Detesto los “si hubiera”. Cualquier justificación es buena ante el posterior lamento de "por qué no lo hice", "por qué no se lo dije". Falta de coraje, de arrojo. Miedo, inseguridad, indecisión. Yo no las soporto.

Al cobijo de lo conocido qué fácil es admirar a los que se aventuran. Mas qué difícil resulta atreverse para quienes se conforman con admirar y entender, para quienes teniendo todo de frente no dan el paso.

Masoquista, quizás, pero al final se vuelve satisfactorio contemplar, bajo la manta de la nostalgia, las oportunidades que uno mismo se ha dado de atreverse a cambiar el rumbo, a desafiar al destino; decir que es una locura, y sin embargo hacerlo. Se gana o se pierde, pero no se deja espacio para la duda.

El sonido de su silencio me hizo romper en desesperación e insistirle en que se decida. Después, el tronido de los hielos en un trago me hizo pensar en mis valentías, y en la reflexión de haber emprendido un viaje, de haberlo arriesgado, de seguir arriesgando… de al menos intentarlo.

La vida es aquello que sucede, mientras uno se empeña en hacer otros planes.