Como perfume en la piel
como azúcar en café amargo,
como juguete de un niño en Navidad,
como el bar de mis viernes,
así mejoraste mi vida.
Seguro puedo vivir sin todas esas cosas.
Sin perfume, sin azúcar, sin juguete...
sin bar.
Pero no sin vos.
Porque sos aire para mis pulmones,
sos sueño para mis noches,
sos diva de mis estrofas.
Necesito tomarte de la mano
y andar el camino, nuestro camino,
con cuestas y pendientes,
con presentes y futuros,
con días y noches.
No le temo al destino
porque en él estás vos,
completa,
con tu cuerpo
con tus miedos
con tus sueños.
Así que vení.
Sé bienvenida a mi vida
que ya es tuya, sólo tuya.